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miércoles, marzo 17, 2010

Acepto el desafío; En Garde !












En otros tiempos  cualquier aspirante a ser considerado l'Enfant terrible, tenía a gala ser de izquierda. Puede que no comulgase con tal o cual ortodoxia marxista, pero defendía los valores de justicia y libertad que eran propios de una forma de pensamiento que, todavía, seguimos llamando progresismo. Las causas más nobles; los derechos del trabajador, de las mujeres, de los oprimidos en todo el mundo, hallaban en él su abogado y su embajador. Por sentido ético, mucha veces, por vanidad en ocasiones, por esa condición provocadora que debe tener todo intelectual.

En muchos aspectos las ideas que defendía fueron triunfadoras, si no en la sociedad, sin duda en la conciencia. Si nuestros tiempos tienen algo de bueno, que lo tienen, es también gracias a los pensadores de izquierda; disconformes, alborotadores, incómodos. Hoy en planes de estudio y proyectos de ley aparecen algunas de esas ideas que, en otros tiempos, aparecían como extremas; derechos civiles, igualitarismo, primacía del interés colectivo, crítica… y tantos más que siguen irritando a los que pretenden un mundo tradicionalista y ordenado.

Hoy ha surgido un nuevo tipo de intelectual.
Alguno de ellos puede ser obviado como un mero sicofante, propagandista de posturas reaccionarias que, ya en los años 50 del siglo pasado, hubiesen sido consideradas caducas.
No obstante existe otro tipo de pensador. Insólito estudioso; lúcido, preciso y con la capacidad para pensar más allá de los prejuicios, es un personaje que merece nuestra atención.

Es el nuevo intelectual orgánico de la derecha liberal (o aun extrema) y, como debe ser, plantea problemas que ninguna reflexión seria puede ignorar.

Quiere molestar, y lo logra, las conciencias cómodamente instaladas. Aspira a crear, y los blogs en los que prefiere publicar demuestran su éxito, nuevos modos de pensar, desafiantes, insolentes.

No lo desprecio y suelo escuchar con atención sus razonamientos. Responde, es evidente, a los intereses de los grandes bloques de poder y se escuda en un discurso antipolítico y, en ocasiones, anti sistema que puede ser engañoso a primera vista. Es enemigo, y procura no disimularlo, de los trabajadores organizados, pero se lleva bien con el trabajador individual; su mejor aliado. Su consigna, atrevida, ante las crisis es: atrevámonos a más, la solución no es menos capitalismo, sino más. Defiende la democracia, dice, pero prefiere la República; una república de iguales pero donde algunos lo son más que otros.

Lo peor que se puede hacer ante este tipo de pensador es ignorarlo. Tampoco es preciso refutarlo. Plantean preguntas que exigen respuestas inteligentes y meditadas. No basta con el discurso de barricada o los mantras ortodoxos, al contrario, eso refuerza el poder discursivo del intelectual conservador. Hay que asumir aquellas de sus críticas que sean válidas, y nos sorprenderemos de ver como algunas coinciden con la tradición de la izquierda. Hay que usar con inteligencia sus métodos y acercarnos al multiverso público del siglo XXI con un lenguaje despojado de convencionalismos y clichés de otros tiempos.



Hay que batirlos en su propio terreno, alzar la espada, saludar y atacar a fondo…


1 comentario:

lidia dijo...

HOY HABLABAMOS DE ESTE PRECISO TEMA,CON MI HIJO,LA DERECHA EXTREMA GANA ESPACIOS,PORQUE LA MAYORIA CREE-ASI SE LO PRESENTARON,MASTICADO-QUE LO QUE GOBIERNA ES LA IZQUIERDA,MUY IZQUIERDA,PUES ENTONCES VOTARAN A DE NARVAEZ, O LOS PELIGROSOS PASOS DE ESA "DERECHA" ESCONDIDA,DETRAS DE LA IMAGEN,PELOTUDA,DE UNA OPOSICION,REJUNTADA...ATENCION! ESTAMOS DE ACUERDO 3
LIDIA-LA ESCRIBA