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miércoles, abril 29, 2009

¡Esta gripe!


De buenas a primeras el dengue, que parecía ser la gran amenaza del 2009, deja las primeras planas, los titulares y los extensos informes de los noticieros de las ocho… el mosquito parece haber volado lejos, junto con su carga viral que, sólo cuando atacó las grandes ciudades, pareció hacerse visible. De paso digamos que en el Norte ya lo conocían, pero, se sabe, Argentina es un par de puertos y un impreciso interior.

Ahora la estrella es la gripe, influenza barbariza CNN, porcina.

De pronto nos encontramos rodeados de epidemiólogos que dictan cátedra con soltura sobre pandemia, epidemia, cepa y mutaciones. Y los infaltables anuncios de los agoreros, y las sospechas de los desconfiados, y las medidas de propaganda que toman los gobiernos.

 

Escucho a Sergio Massa, Ministro del Interior argentino; “66 millones de pesos más para el Ministerio de Salud”. Enhorabuena, me digo, siempre y cuando llegue a Salud y no se pierda en el Ministerio o, peor, en el de. Me pregunto, también, si  son necesarios, si tales medidas son  tomadas por legítima preocupación (que no descarto, aún no soy tan cínico), si son parte de una puesta en escena mediática, si se actúa, siempre, por espasmos en estos barrios del sur (y en muchos del norte, ¡claro!), si, como dice alguien; se hace lo que se puede con lo poco que hay.

 

Estoy en estos interrogantes cuando un amigo virtual, deduzco que mexicano por sus giros, Enrique Benítez, me acerca la siguiente información.

 

El Oseltamivir, más mentado como Tamiflu, es el medicamento usado para combatir este nuevo brote de gripe. Massa mencionó que en Argentina hay más de 500.000 tratamientos y, según Benítez, entre 2005 y 2006 los gobiernos de muchas partes del mundo compraron enormes cantidades de esta medicina. El Pentágono, por ejemplo, adquirió en 2005 reservas de Tamiflu por 58 millones de dólares.

 

Hasta aquí todo parece claro y hasta razonable; es bueno que los gobiernos se preocupen por sus ciudadanos, si hay un remedio (aunque el Zanamivir o Relenza también me dicen que sirve) entonces hay que adquirirlo, si aparece un peligro, pues que se incremente la producción de preparados para atenuarlo.

 

Ahora bien, el Tamiflu es un específico derivado del anís estrellado que, fermentado con bacterias de escherichia colli (sí esas mismas) produce fosfato de oseltamivir la panacea, dicen, que nos salvará de la gripe asesina; que hasta ahora ha matado meros mexicanos los cuales, como decía Billy the Kid; “no cuentan”.  

 

El proceso descripto fue patentado y es propiedad de Gilead Sciences (nombre bíblico, noto al pasar) uno de cuyos accionistas mayoritarios es Donald Rumsfeld, ex Secretario de Ataque, perdón, Defensa de los Estados Unidos de América. Cuando el Pentágono compró las dosis mencionadas, el valor de las acciones de Gilead Sciences aumentó de $ 35 a $ 57 (siempre dólares, of course) lo que representó un incremento de algunos millones en las cuentas personales de este funcionario… (detalle interesante, además, para los que creen que la corrupción es un producto autóctono). Del mismo modo el valor del producto, comercializado por Roche, aumentó de unas cuatro decenas a más de cuatro centenas de dólares, según me informa Enrique.


Es también notable que las últimas partidas masivas se hayan adquirido en 2005 y que la caducidad de la presentación en comprimidos (en polvo es el doble) sea de cuatro años; ¡justo cuando estalla la pandemia! ¿Alcanzarán las dosis? ¿Habrá que salir corriendo a comprarle a Roche? 

 

Según la red de emisoras independientes de Estados Unidos;  Radio Pacífica, en base a un trabajo elaborado por el colectivo Pueblos sin Fronteras, unas muestras enviadas por Indonesia a la OMS fueron usadas por un laboratorio estadounidense en Los Álamos para fabricar un arma biológica, dichas muestras eran de la, hace cuatro años, famosa gripe aviar. Nadie puede acusar de nada a nadie, claro está, todo se mueve en el silencio y la sospecha, pero los memoriosos podemos recordar que en los años 70 del siglo pasado, el gobierno de Washington proveyó de virus de fiebre porcina a algunos grupos de exiliados cubanos; el gobierno de la isla debió, poco después, sacrificar a millones de puercos infectados.

 

También hay informes acerca de los primeros casos de esta gripe, Carlos Martínez de la revista electrónica Rebelión, informa que tuvieron lugar en la zona donde cría cerdos una empresa mexicano – estadounidense que tiene prohibido, por sus prácticas contaminantes, actuar en territorio de los EE UU. Tampoco aquí hay evidencias y uno, respetuoso de la navaja de Occam, no puede asegurar lo que no se puede probar pero…

 

Sea que el virus lo hayan producido como ensayo para la guerra biológica (¿por qué creer en las afirmaciones de inocencia hechas por el único estado de la Tierra que utilizó alguna vez armas nucleares en una guerra?), sea que se origine por malas prácticas de cría, por negligencia o por el interés de los laboratorios.

 

Sea, quizás, que los efectos de la enfermedad hayan sido sobredimensionados con el fin de crear miedo, seguros de su difusión masiva por los medios interesados en el sensacionalismo.

 

Sea que la gripe tenga causas naturales y que su propagación corresponda a lo que los casuistas anglosajones llaman “Act of God” (este God que tan pocas veces actúa para el bien) y no haya segundas intenciones…

 

Lo cierto es que los ceros en la cuenta corriente de tipos como Rumsfeld, el control social que reclama el Imperio (aunque ahora nos digan que reina un Trajano negro) y el miedo, compañero inseparable del sistema, aumentan y que la gripe, real o no, fabricada o regalo de Dios, nos hace acurrucar en nuestras camas, quedarnos quietecitos y rogar, a ellos les gusta que recemos, que pase de largo por nuestra puerta.

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hemos coincidido!!!!!
aleluya hermano...

lidia

Gus dijo...

Ja,ja,ja, ja!!!!!!!

Ani Ríos Lumini dijo...

buenisima la nota!... la verdad que si...otra vez el miedo nos tiene atónitos, hace 6 horas era la inseguridad, dos horas después el dengue y ahora la "bendita" fiebre de los cerdos...
es responsabilidad de los medios, de los que supuestamente saben hacer periodismo, no confundir más a la gente, ni infunfir el miedo, ni volvernos hipocondriacos del sistema!
saludos! muy buena la nota!